Piel de dragón es, sobre todo, una bonita puerta de entrada a un universo mucho más vasto e interesante de lo que pueden abarcar las cien páginas que dura este relato introductorio. Es una historia iniciática que cumple con las características esperadas, tanto por el género de fantasía escogido como por el momento de la carrera de su autor en que fue creado, y que, al mismo tiempo, no se deja devorar por los clichés. Pero, sobre todo, pasa un examen infalible para comprobar si una historia merece la pena, y es que deja con ganas de seguir explorando las aventuras de Beryl.
viernes, 28 de marzo de 2014
@aletaediciones ‘Piel de dragón’, de Jordi Bayarri
Piel de dragón es, sobre todo, una bonita puerta de entrada a un universo mucho más vasto e interesante de lo que pueden abarcar las cien páginas que dura este relato introductorio. Es una historia iniciática que cumple con las características esperadas, tanto por el género de fantasía escogido como por el momento de la carrera de su autor en que fue creado, y que, al mismo tiempo, no se deja devorar por los clichés. Pero, sobre todo, pasa un examen infalible para comprobar si una historia merece la pena, y es que deja con ganas de seguir explorando las aventuras de Beryl.